cuando en mi cuerpo de barro
hice a mi mente la semilla fecunda,
y el río de lagrimas que arrastra la sed de los pájaros.
Madre tierra y del aura de los pueblos...
va a serme necesario como hombre,
pelearle al destino mi libertad y escupirte en el cuerpo mi humanidad.
en verano...
cuando la sombra escapa del sol
debajo de un paraíso,
con el aroma de su flor
y el canto de algún zorzal
me vuelvo de tierra,
de aire,
de libertad.